San Pedro de Macorís es una ciudad situada al éste de mi país, a solo 65 kms de la capital, llamada la “Sultana del Este “ por ser la primera de esa zona y que por mucho tiempo fué el principal centro comercial por su puerto y la poderosa influencia de los ingenios azucareros existentes, que le inyectaban ese sabor cosmopolita que hasta hoy se siente y que es orgullo del macorisano.
Como está al sur-éste de la isla tiene el privilegio de contar a su alrededor de hermosas playas con el mar Caribe a sus pies, y que en la actualidad se han construido hoteles que constituyen un polo turístico importante, donde nos visitan muchas personas de europa y norteamérica en viajes de placer, que reciben todo el calor humano y lo mejor de las atenciones que se pueden ofrecer a los visitantes.
Pero Macorís ofrece mucho más, desde que entras a la ciudad recibes el primer encuentro con su prosapia, en la rotonda del puente sobre el rio Higuamo te saludan magestuosamente los símbolos del pueblo, representados por esculturas metálicas de sus enseñas: un ingente cancrejo junto a una locomotora y la figura de un jugador de beisbol, en honor a los que han trinfado en ese deporte y que han llevado el nombre de la ciudad a todo el orbe, entre ellos Ricardo Carty y el inmortal bambino del caribe Sammy Sosa entre otros.
Al recorrer las calles encuentras la más gráfica evolución urbanística de una ciudad, desde el estilo victoriano, clásico o el Geordiano donde se nota la participación de Don Goyito Velazquez, el mayor responsable de ese toque interesante del desarrollo urbanístico de San Pedro.
En el mismo centro del pueblo está el parque, rodeado del verdor de la naturaleza, que con sus paseos invitan al descanso, a la conversación placentera porque te encuentras con contertulios que la hacen elevada, y en su glorieta suele participar la banda de música del ayuntamieno ejecutando piezas clásicas y populares para contribuir a la cultura del pueblo y deleite de sus invitados, en ocasiones y sorpresivamente participan grupos folklóricos de Los Guloyas, patrimonio de la humanidad, con su colorido y gracia alegórica que es todo una historia.
Pasear por su avenida, la rambla del mar Caribe, es parte obligatoria del recorrido, el llamado Malecón es el encuentro con la juventud que cada noche se convierte en un hervidero de salud, aglomeramiento de personas que danzan al sonido de la música, con su diversidad de negocios y sus luces titiritantes emocionan, es que el sabor a salitre se mezcla con con la gracia de un pueblo que crece al máximo de su potencialidad, vibra a tono de la vida.
Macorís cuenta entre sus activos mas apreciables con “La Universidad Central del Este – UCE “, una institución académica de prestigio internacional reconocido, su “campus “ es el principal pulmón ambiental y un cerdadero receptáculo de la naturaleza, donde se encuentran la mayoria de los árboles propios del país y que sirve como un parque de reservas, mantenido con un excelente programa de conservación, que rodean los edificios de la rectoría, su magestuosa biblioteca y su complejo deportivo, verdaderas obras de arquitectura, pero mucho más, aporta al país y al mundo profesionales de alta calidad académica, que han triunfado avalados por los conocimientos recibidos en el desarrrollo de sus pensa, su presencia en todos los continentes en notoria, desde los EEUU, Inglaterra, España entre otros, se encuentran con facilidad personalidades egresadas de la escuela de medicina de esa institución que han sabido ganarse un lugar en esos paises por su calidad de egresados de la UCE, por eso se encuentran muchos estudiantes extrangeros en Macorís del mar, aprovechando las facilidades y la calidad docente de la institución superior académica que la hacen suya.
La UCE fué fundada por Don José Hazím Azar, un destacado munícipe que con su genialidad le dió a la ciudad sus notables aportes. De Don José se ha escrito mucho y su obra está presente para recordarlo siempre, pero su gran tesoro: su filantropía y su enorme corazón en favor de sus semejantes, y que hoy lo refrenda su hijo, hoy rector de esa casa de estudio, que heredó las condiciones de su padre a quién con esa actitud le hace el más merecido homenaje que nosotros aplaudimos y reverenciamos..
A ellos, Don Goyito Velaquez y Don José Hazim, dos grandes instituciones petromacorisanas inolvidables en el corazón del pueblo, se les recordará siempre porque sus vidas están marcadas en la historia de los corazones de quienes los conocimos y de las generaciones por venir, sus obras en favor de la humanidad están presentes y ya son inmortales, y nosotros lo tenemos presente por siempre. a ellos, nuestro más grande respeto, y nuestro amor.
Creo firmemente que Macoris del mar, la de los bellos atardeceres, tierra de poetas y peloteros, de los cangrejos y guavavery es un polo turístico por excelencia y un lugar digno de que los dominicanos la conozcan y para uds., una invitación especial.
San Pedro Macoris la Sultana del Este
Por Ivelisse Santos |
14 de Oct 2010. |
También llamada la ciudad de los Bellos Atardeceres, la Tacita de Oro y Mosquitisol, la ciudad de San Pedro de Macorís fue un importante puente económico para República Dominicana a finales del siglo XIX y comienzos del XX, conociéndose, entre otros hechos, que tuvo el primer puerto de hidroaviones, hoy, Puerto Higuamo. La primera comunicación vía telefónica ocurrida en país en 1876; se construyó el primer edificio de cuatro plantas del país, conocido como Morey, y su Iglesia, hoy Catedral, San Pedro Apostol. |
La bienvenida a este pueblo la da un gigantesco monumento, el cual está soportado en un libro abierto, la Biblia; que representa la evangelización, así como la intelectualidad, con sus grandes escritores y poetas.
Cuenta con figuras de destacados peloteros, con Guloyas, cocolos y cangrejos, todo símbolos de la cultura petromacorisana.
En el centro urbano, se encuentra el parque Juan Pablo Duarte, que como es común en los pueblos del país, los domingos es escenario de conciertos a cargo de la Banda de Música Municipal.
No muy lejos de allí se encuentra la iglesia San Pedro Apóstol, de estilo arquitectónico neoclásico; y enfrente está la Plazoleta Padres de la Patria, primera del país en ser dedicada a los patricios.
San Pedro de Macorís es la cuna de la Universidad Central del Este y, como buena ciudad costera, posee un malecón que es punto de encuentro nocturno.
Los fines se semana se convierte en una zona peatonal que las familias aprovechan para recrearse o dar una que otra vuelta en bicicleta.
Esta ciudad oriental, además su importancia por encerrar gran parte de la historia del país, resalta por ser un pueblo donde la diversión no acaba.
En las fiestas patronales y los carnavales, los Guloyas desfilan con sus trajes y ornamentos cargados de espejitos y toda clase de abalorio. Al redoble de sus rústicos tambores se pierde la compostura.
Todos a su paso se lanzan a la calle a “gozar el espectáculo”. Llueven las monedas y una que otra botella pasa de mano en mano hasta gastar su contenido. Así celebran los Guloyas y el pueblo macorisano sus fiestas patronales y festividades.
La ciudad petromacorisana posee cuatro de las más hermosas y frecuentadas playas del país: Caribe, Guayacanes, Juan Dolio y Villas del Mar y cuenta con la mayor cantidad de ingenios azucareros del país.
Deliciosa gastronomía. San Pedro de Macorís tiene una rica tradición de pasteles en hoja. Otra de las comidas típicas de este pueblo son los domplines.
Deliciosa gastronomía. San Pedro de Macorís tiene una rica tradición de pasteles en hoja. Otra de las comidas típicas de este pueblo son los domplines.
Si vas a esta provincia o escuchas que alguien irá pronto, encárgale una botellita de guababerry, un licor preparado a base de canela, azúcar y ron.
También piensa en probar el pancuco, un delicioso pan casero.
Tierra de poetas y peloteros
Además de la caña de azúcar, San Pedro de Macorís es reconocido por sus grandes poetas, hasta el punto de ganar el apodo de "Ciudad de los Poetas" y por ser tierra que ha dado grades peloteros .
Algunos poetas fueron: René del Risco Bermúdez, Gastón Fernández Deligne, Virgilio Díaz Ordóñez, Freddy Gaston Arce, Víctor Manuel Villegas y Pedro Mir.
Muchos peloteros dominicanos que juegan en las Grandes Ligas son oriundos de San Pedro de Macorís como son Sammy Sosa, Ricardo Carty, Julio Cesar Franco, Pedro Guerrero, Joaquín Andújar, Alfonso Soriano, Jorge Bell, Alfredo Griffin, Rafaelín Ramírez, Tony Fernández, José Offerman, entre otros muy destacados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario